Así de rotundos, o nos despedimos del actual sistema económico en breve, o no hay retorno. Y es que el actual sistema (el capitalismo), prima los beneficios empresariales sobre todo lo demás.
El pasado 12 de abril en Berlín, científicos de todo el mundo presentaban un informe sobre el cambio climático a los representantes de 120 naciones, a los que se pedía que actuasen lo más rápidamente posible para evitar un mayor desastre.
Pese a los intentos de mitigar el calentamiento global con acuerdos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos en vez de disminuir, han crecido a un mayor ritmo durante la última década. Ahora se intenta buscar un acuerdo más ambicioso que sustituya el Protocolo de Kioto y que entre en vigor en 2020 para mitigar los efectos de un cambio climático.
Por el momento, los países en desarrollo y los industrializados se culpan entre si. Los primeros exigen compensaciones a los ricos para reducir sus emisiones, mientras que los ricos culpan a estos países de su falta de regulación para reducir emisiones.
El principal objetivo ahora es conseguir que la temperatura no suba más de 2 grados respecto al nivel previo a la industrialización. Incluso consiguiéndose los objetivos marcados, nada garantiza que sea posible detener el calentamiento global.
En Europa se han fijado ya límites en las emisiones de estos gases para el año 2030 de un 40%, muchos países han apostado por energías limpias, pero no ha sido de forma homogénea. España ha retrocedido en su inversión en renovables, culpando a sus antecesores de haber encarecido la factura de la luz por haber apostado en cambiar el modelo energético.
Saludos a todos desde
Ecomania,
C&B
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