Pantalones a 20€, zapatos a 25€, camisetas a 5€ y así todo. Parece imposible resistirse a esos precios, y de hecho mucha gente no puede decirles que no.
Desgraciadamente, detrás de las etiquetas de las prendas confeccionada por las grandes empresas de la moda mundial, esos precios tan ajustados esconden dramas humanos, explotación de personas, inhumanas condiciones de trabajo, jornadas interminables, exposición a químicos y otros componentes tóxicos que lleva la confección de la ropa, y así una larga lista de injusticias, para que los consumidores de la otra mitad del planeta satisfagan sus deseos de consumo.
Lo que ha sucedido en Bangladesh no es algo fortuito, los continuos ajustes de los costes de producción de las grandes multinacionales para ofrecer productos cada vez más baratos, si que tiene una repercusión en las condiciones de trabajo y la seguridad de los trabajadores de esta industria.
Como consumidores, somos responsables de las consecuencias que tiene la elección de lo que compramos. Solidaridad no significa dar limosna cuando algo te sobra, solidaridad es querer para los demás aquello que quieres para ti.
Hoy por hoy, dudo que esta vaya a ser la última tragedia de este tipo, es más, creo que seguirán repitiéndose de forma más frecuente, hasta el punto de acostumbrarnos a oír sucesos similares en las noticias. Solo espero que cada vez seamos más los que nos demos cuenta de que nosotros somos los que podemos cambiar esta tendencia, cambiando los criterios para seleccionar lo que consumimos.
Saludos a todos desde Ecomania,
C&B
Y pensar que muchas ocasiones no tenemos necesidad de comprar, nuestra avaricia afecta a nuestros hermanos en el mundo. lo compartiré con mis contactos
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