Te pican los ojos? Se te reseca la garganta? Sufre de irritación en las vías respiratorias? Te dan taquicardias? Tu piel está más tirante de lo normal y tus labios agrietados? Si tienes alguno de estos síntomas y vives en Madrid, es muy posible que estés sufriendo los efectos de la contaminación, que estos días especialmente golpean la capital.
Lo raro es que no suframos más dolencias, pues en cada soplo que respiramos se mueven grandes cantidades de dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno, azufre, partículas de arsénico, níquel, cadmio y plomo. Un buen cóctel de veneno para que nuestras defensas no levanten cabeza.
Sin embargo, las dolencias y enfermedades que la contaminación provoca a largo plazo son mucho más severas y muchas de ellas crónicas. Asma, enfermedades cardiovasculares y tumores, aumento de las alergias, envejecimiento de la piel prematura, cáncer de pulmón y una disminución de la esperanza de vida, entre otras.
Desde el ayuntamiento se ha pedido amablemente a los ciudadanos que intenten no utilizar el coche durante unos días. Resultado: una variación del 0% en el uso del automóvil, sin duda una medida muy eficaz, sobre todo para no perder el voto de los que conducen. Mientras que a nosotros, los peatones, ademas de ser el colectivo solidario por utilizar sus piernas y el transporte publico como medio de movilidad, nos toca tragándonos todos los tóxicos que emiten los colectivos menos solidarios.
Esta semana he prestado especial atención a los vehículos privados que circulaban por el centro de Madrid, y ¿sabéis cual es el porcentaje de vehículos que circulan con un solo pasajero sobre los que van más de uno? De tres a uno, eso significa que de cada 4 coches, tres llevan únicamente un solo pasajero. Me resulta injusto que en la mayoría de los casos se den más privilegios a los vehículos que a los peatones.
Estamos acostumbrados a que el espacio de una calle destinada a los coches sea de media 4 o 5 veces superior que la que se destina a los peatones y si los coches o motos no encuentran aparcamiento, no dudarán en estacionarlos en las aceras, nosotros los peatones ya nos las apañaremos para caminar. El tiempo que los semáforos se abren para los coches es siempre más largo para los coches que el que dejan a los peatones, y si hay más trafico del normal, la policía municipal se encargará de restar tiempo a los peatones (hasta ahora nunca he visto lo mismo a favor de los peatones). Muchas veces los cruces distan mucho uno de otro, lo cual obliga a los peatones a recorrer grandes distancias para poder cruzar. Si ademas los peatones tienen que respirar la contaminación del aire que no contaminan, mientras que los conductores se desplazan en sus enormes todo-terrenos con las ventanas bien cerradas y la calefacción suficientemente alta para estar bien cómodos, mientras no sufren las consecuencias de aquello que producen, quien les va a bajar de su vehículo, cuando no se les penaliza de ninguna manera.
Sinceramente estoy harto. Si no es por las buenas, que sea por las malas, pero quiero poder salir a la calle sin mascarilla, ir a correr al Retiro sin tener que sufrir un ataque de asma o coger la bicicleta sin acabar padeciendo una bronquitis. Los derechos de los conductores terminan cuando pisotean las libertades de los demás. Queremos soluciones duraderas, y no tengamos que depender de aquello que no podemos controlar, como la lluvia, el viento, los anticiclones, nubes de polvo del sahara, etc.
Se más urbanita y pasate al trasporte público, o vehículos limpios dejando el coche en casa. Aunque tu te lo puedas permitir, Madrid y los madrileños no pueden.
Un saludo desde Ecomania,
Sin embargo, las dolencias y enfermedades que la contaminación provoca a largo plazo son mucho más severas y muchas de ellas crónicas. Asma, enfermedades cardiovasculares y tumores, aumento de las alergias, envejecimiento de la piel prematura, cáncer de pulmón y una disminución de la esperanza de vida, entre otras.
Desde el ayuntamiento se ha pedido amablemente a los ciudadanos que intenten no utilizar el coche durante unos días. Resultado: una variación del 0% en el uso del automóvil, sin duda una medida muy eficaz, sobre todo para no perder el voto de los que conducen. Mientras que a nosotros, los peatones, ademas de ser el colectivo solidario por utilizar sus piernas y el transporte publico como medio de movilidad, nos toca tragándonos todos los tóxicos que emiten los colectivos menos solidarios.
Esta semana he prestado especial atención a los vehículos privados que circulaban por el centro de Madrid, y ¿sabéis cual es el porcentaje de vehículos que circulan con un solo pasajero sobre los que van más de uno? De tres a uno, eso significa que de cada 4 coches, tres llevan únicamente un solo pasajero. Me resulta injusto que en la mayoría de los casos se den más privilegios a los vehículos que a los peatones.
Estamos acostumbrados a que el espacio de una calle destinada a los coches sea de media 4 o 5 veces superior que la que se destina a los peatones y si los coches o motos no encuentran aparcamiento, no dudarán en estacionarlos en las aceras, nosotros los peatones ya nos las apañaremos para caminar. El tiempo que los semáforos se abren para los coches es siempre más largo para los coches que el que dejan a los peatones, y si hay más trafico del normal, la policía municipal se encargará de restar tiempo a los peatones (hasta ahora nunca he visto lo mismo a favor de los peatones). Muchas veces los cruces distan mucho uno de otro, lo cual obliga a los peatones a recorrer grandes distancias para poder cruzar. Si ademas los peatones tienen que respirar la contaminación del aire que no contaminan, mientras que los conductores se desplazan en sus enormes todo-terrenos con las ventanas bien cerradas y la calefacción suficientemente alta para estar bien cómodos, mientras no sufren las consecuencias de aquello que producen, quien les va a bajar de su vehículo, cuando no se les penaliza de ninguna manera.
Sinceramente estoy harto. Si no es por las buenas, que sea por las malas, pero quiero poder salir a la calle sin mascarilla, ir a correr al Retiro sin tener que sufrir un ataque de asma o coger la bicicleta sin acabar padeciendo una bronquitis. Los derechos de los conductores terminan cuando pisotean las libertades de los demás. Queremos soluciones duraderas, y no tengamos que depender de aquello que no podemos controlar, como la lluvia, el viento, los anticiclones, nubes de polvo del sahara, etc.
Se más urbanita y pasate al trasporte público, o vehículos limpios dejando el coche en casa. Aunque tu te lo puedas permitir, Madrid y los madrileños no pueden.
Un saludo desde Ecomania,
Pero piensa que según la delegada de medio ambiente, Ana Botella, dice que "el paro asfixia más que la contaminación".... así que... No se que panorama os espera a los ciudadanos de Madrid con esta gente al cargo.
ResponderEliminarTristes declaraciones para alguien que se perfila como próxima alcaldesa, ya que cuando Gallardón pase a la política nacional, seguramente ella se haga cargo del destino de la ciudad.
ResponderEliminartodo pudieran cambiarlo pero si nos lo proponieras cambien pero somos tan cobardes q no lo hacemos o simplemente somos queminportistas
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