El poder ahorrar con nuestros gastos cotidianos está bien, sobre todo para los que tenemos salarios ajustados. Desgraciadamente, muchas veces, para que las empresas puedan bajar precios, tienen que reducir costes, que se traducen en menor calidad de los productos, rebaja de salarios a los trabajadores, o ambas cosas.
Nosotros como consumidores tenemos la responsabilidad de no convertirnos en unos tiranos y evitar que nuestras elecciones puedan perjudicar a otras personas. Todo lo que consumimos tiene cara, la de aquellas personas que han conseguido que ese producto o servicio llegue hasta nosotros. La cajera del super, el monitor del gym, el camarero del café del barrio, nuestra familia y mañana podrías ser tú, o yo.
Ponle cara a los productos que elijas.
Saludos a todos desde Ecomania,
C&B